Las empresas enfrentan el reto continuo de adaptarse a nuevas tendencias o quedarse rezagadas. Aquí es donde entran en juego dos estrategias: upskilling y reskilling, que ayudan a los colaboradores a mejorar sus habilidades y a las empresas a mantenerse competitivas.
En este artículo, vamos a explorar en detalle qué es upskilling y reskilling, las diferencias clave y cómo se puede implementar en las empresas, en conjunto con otros beneficios para empleados.
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Upskilling es una estrategia que consiste en otorgar formación a un profesional en nuevas habilidades y competencias para que logre un crecimiento dentro de su rol actual, mejorando la productividad y facilitando la promoción interna.
A través de las acciones de upskilling, los colaboradores potencian su rendimiento y ganan relevancia en lo estratégico dentro de la corporación.
Reskiling hace referencia al reciclaje profesional, es decir, el cómo un trabajador se capacita para otro puesto por medio del desarrollo de nuevas habilidades y competencias.
Este proceso se lleva a cabo cuando se debe cubrir una vacante para la que no se encuentran candidatos.
En este caso, la organización opta por retener a un miembro que ha demostrado eficiencia en otra posición, capacitándolo para esas nuevas funciones.
Upskilling y reskilling son dos conceptos que se relacionan con la formación profesional y el desarrollo de habilidades laborales, pero que guardan ciertas diferencias.
Por un lado, el upskilling se trata más de mejorar las habilidades existentes, mientras que el reskilling se enfoca en la adquisición de habilidades nuevas, con el objetivo de cambiar de carrera o adaptarse a nuevos puestos.
Veamos algunas diferencias clave:
Criterio |
Upskilling |
Reskilling |
Enfoque |
Mejorar habilidades dentro de la misma área |
Aprendizaje de nuevas habilidades para diferentes roles |
Objetivo |
Estar actualizado y competitivo |
Adaptarse a nuevos puestos dentro o fuera de la empresa |
Cuándo aplicarlo |
Cuando hay avances en tecnología o nuevas tendencias |
Cuando un puesto se vuelve obsoleto o se debe redistribuir el talento |
Beneficio para el colaborador |
Crecimiento profesional y mayor competitividad |
Oportunidad de reinventarse y acceder a nuevas oportunidades |
Beneficio para la empresa |
Mayor productividad y eficiencia |
Aprovechamiento del talento interno y reducción de rotación |
Estos dos conceptos son importantes en la actualidad, debido a la competitividad que existe a nivel laboral y los cambios que se dan a gran velocidad. Gracias a estas estrategias se consiguen beneficios como:
Actualmente, cada vez más colaboradores y empresas necesitan optar por la recapacitación, debido a que muchas áreas rutinarias se están automatizando, impulsando la necesidad de adquirir nuevas habilidades y competencias para adaptarse a un entorno más digital.
La falta de personal capacitado es un desafío importante para las empresas.
Invertir en upskilling y reskilling ayuda a minimizar esta brecha, pues permite preparar a las personas para nuevos retos sin tener que buscar talento externo.
Gracias a ello, se optimizan costos de contratación y se fortalece el capital humano dentro de las organizaciones.
Las empresas que invierten en la formación de sus miembros generan un mejor ambiente laboral, en el que todos se sienten valorados y más motivados, logrando una mayor productividad.
Esto impacta directamente en la rotación de personal, además de que un equipo preparado y capacitado es un activo invaluable.
Formar a los empleados existentes es mucho más rentable que contratar a nuevos talentos.
Esto ayuda a reducir costos asociados a procesos de selección, reclutamiento e indemnizaciones.
Para los miembros, adquirir nuevas habilidades y competencias es clave para incrementar su valor en el mercado y tener mejores oportunidades.
El upskilling permite mantenerse relevantes dentro de su área, mientras que el reskilling abre nuevas puertas dentro de lo profesional, garantizando una mayor estabilidad laboral ante los cambios dentro del mercado.
Con la evolución que hay en el mercado laboral, los profesionales formados son mucho más valorados.
Participar en programas de upskilling y reskilling garantiza que siempre estén actualizados, aumentando sus posibilidades de crecer profesionalmente, encontrar nuevas oportunidades y poder responder a nuevos retos de manera efectiva y positiva.
En la actualidad, debido a los cambios que hay, la capacidad de adaptarse a los mercados es vital.
El reskilling permite que las personas se reinventen en lo profesional, mientras que el upskilling hace que estén mejor preparados para responder a nuevas responsabilidades, fomentando la resiliencia en tiempos de transición.
Los colaboradores que participan en programas de formación continua suelen sentirse mejor valorados por las compañías, pues estas iniciativas muestran interés por el desarrollo individual.
Este reconocimiento aumenta su compromiso y motivación laboral.
Las empresas tienen la capacidad de implementar la recapacitación de habilidades por medio de estas dos estrategias.
Para ello, se deben tomar en cuenta algunos consejos:
Lo primero es detectar si existe una brecha o distancia entre las necesidades empresariales y las competencias necesarias para cubrirlas.
Esto se puede llevar a cabo mediante herramientas como el análisis FODA, con el fin de detectar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, enlistar las habilidades y competencias profesionales que ayudarán a combatir las amenazas y aprovechar las oportunidades.
Asimismo, se pueden llevar a cabo entrevistas a los trabajadores para conocer sus necesidades sobre formación, de acuerdo con su experiencia.
Es importante diseñar un plan de formación para los líderes de los diferentes equipos, con el fin de fomentar la cultura de aprendizaje en todas las áreas.
A través de esto, es más sencillo implementar estrategias que motiven a los empleados a participar en los procesos de recapacitación.
Puede ser por medio de eventos de formación, mentorías, jornadas de team building, etc.
Es importante monitorear cómo va el proceso de la capacitación para saber cuándo se deben hacer ajustes en caso de que no se obtengan los resultados esperados.
De ser necesario, se pueden crear estrategias personalizadas para que los colaboradores aprendan las habilidades que se requieren dentro de su área o puesto.
Además del plan de aprendizaje que se ponga en marcha para el upskilling y reskilling, es importante que se fomente la cultura de aprendizaje entre todos los miembros de la empresa.
Se pueden emplear estrategias de gamificación, que motiven a los equipos a continuar aprendiendo, no solo para crecer en el área, sino también a nivel personal.
Cuando las personas hayan recibido la capacitación adecuada para las habilidades que se quieren desarrollar, es importante que se pongan a prueba a través de nuevas responsabilidades o su traslado a nuevos puestos.
De esta manera, se arraigan mejor los conocimientos y los altos mandos pueden reconocer si se tuvo éxito durante este proceso de capacitación o no.
Las empresas que invierten tiempo y dinero en la formación de su plantilla adquieren una ventaja competitiva.
Si esto se conjunta con otros incentivos, puede tener un impacto positivo muy alto en el rendimiento de las organizaciones, alcanzando objetivos y hasta superándolos.
Además, si se integran con otros incentivos para empleados, como los ofrecidos por Edenred, se pueden tener mejores resultados.
A través de opciones como: vales de despensa, tarjetas de regalo y vales de restaurante, no solo se impulsa el compromiso de los colaboradores, sino que se puede fomentar una disposición más alta para el aprendizaje continuo y el crecimiento profesional.
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