Los planes de incentivos son una pieza fundamental para las empresas, pues la motivación no es un valor intrínseco, sino que debe alimentarse a través de diferentes estrategias. Uno de los recursos con mayores resultados son los incentivos para empleados.
A continuación, te explicamos qué son estos planes, cuáles son los más apreciados por los colaboradores y cómo puedes elaborar uno efectivo para tu organización.
Un plan de incentivos es un conjunto de ventajas y mejoras que se ofrecen a los colaboradores de una organización para aumentar su productividad y resultados.
Estos programas suelen tener diferentes objetivos, como potenciar ventas, fidelizar empleados, entre otros, y suelen incluir tanto recompensas económicas como no económicas.
Se trata de estímulos para que haya una mayor motivación y se consigan los objetivos de las empresas.
Hay dos tipos de incentivos principales. Vamos a verlos más a fondo para que los consideres dentro de tu organización:
Son estímulos que se otorgan de manera monetaria.
Se emplean con el objetivo de mejorar el desempeño de los empleados o cuando se cumple alguna operación de manera satisfactoria.
Estos se pagan en efectivo directamente a los trabajadores.
Por ejemplo, se pueden otorgar bonificaciones por ocasiones o alcance de objetivos, primas extralegales, complementos de sueldos o comisiones por ventas, entre otros.
Como su nombre lo indica, no se pagan de manera directa, sino que se trata de gastos de movilidad para ciertos eventos, pago de capacitaciones, bonificaciones ocasionales o subsidios para bienestar social o familiar, etc.
Son aquellos estímulos que no se dan en manera monetaria.
Pueden otorgarse por medio de diferentes herramientas, como ascensos, flexibilidad horaria, vales de despensa, tarjetas de regalo en ocasiones especiales o vales de restaurante para tener una buena alimentación durante la jornada laboral.
Para crear un plan de incentivos atractivo dentro de una organización, hay que tomar en cuenta algunos elementos. Presta atención para hacerlo con éxito.
Lo primero es determinar qué se busca a partir del plan de incentivos, por ejemplo, mejorar resultados, comprometerse con la misión y visión de la empresa, mejorar los procesos internos, etc.
Con base en ello, se podrán determinar las mejores opciones. Lo ideal es marcar objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, realistas y en un tiempo determinado) de manera trimestral, semestral o anual.
Asimismo, es importante que la organización tenga claro cuál es el presupuesto de recursos humanos para ajustar el plan de incentivos.
La compañía debe conocer cuáles son las necesidades y preferencias de sus colaboradores para que los incentivos respondan a ello y sirvan realmente para estimular su desempeño.
Este paso puede ser complejo, debido a que suele haber personas muy diferentes y habría que crear una gran diversidad de incentivos.
Esto se puede solucionar por medio de cuestionarios que permitan conocer las preferencias y buscar las mejores opciones según los resultados.
También puedes considerar optar por incentivos que sean más valorados, incluidos los vales de despensa y las tarjetas de regalo.
Una vez que tengas claro cuál será el esquema para el plan de incentivos, debes analizar qué presupuesto se puede destinar.
Para ello, el departamento contable debe presentar una propuesta en la que se especifiquen los elementos que sustentan la solicitud, los tipos de programas que se pueden implementar y toda la información relacionada.
Considera los costos ocultos, como: cuánto vale contratar el servicio y las herramientas para implementar los programas de incentivos, cómo impactará en el presupuesto según la ejecución del plan, etc.
Cuando tengas los resultados de los cuestionarios y el presupuesto, tienes que escoger los incentivos beneficiosos para los trabajadores y la empresa.
Este paso es muy importante porque si se eligen correctamente, será más fácil tener los resultados esperados y contar con profesionales eficientes y fieles a la organización.
Con el plan diseñado, es necesario que se dé a conocer a todos los colaboradores a través de una nota informativa o por medio de una reunión o email, donde puedan consultar toda la información y tengan la oportunidad de resolver dudas.
Todos los miembros tienen que saber que son tomados en cuenta y que su trabajo es valorado, por ello es tan importante que se implemente correctamente el plan de incentivos y sepan cómo funciona en detalle.
Finalmente, es importante dar seguimiento al plan de incentivos para que realmente funcione como debe y no sea solo una carga administrativa.
Para evitarlo, se debe revisar si se recompensa de manera adecuada a todos los miembros, si hay equidad e incluso, si el programa realmente beneficia y motiva a la plantilla de trabajadores.
En caso de que no sea así, se deben implementar cambios para que se mantenga relevante y efectivo. Solo así se podrán tener resultados dentro de la compañía como se busca a través de estas estrategias.
Diseñar un plan de incentivos exitoso requiere estrategia, objetivos claros y herramientas adecuadas para su implementación y seguimiento.
Aunque todas las empresas pueden desarrollar su propio esquema, contar con un socio especializado puede marcar la diferencia, además de que facilita la ejecución.
Por ello, en Edenred ofrecemos soluciones que ayudan a las organizaciones a motivar a sus colaboradores y mejorar los resultados. A través de vales de despensa, tarjetas de regalo y vales de restaurante, apoyamos a las compañías para que impulsen el rendimiento de sus equipos y crezcan sosteniblemente.
Además, contamos con una plataforma para que sea mucho más sencilla la gestión de los beneficios. Así será más fácil la dispersión y control de los incentivos.
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